Philip lo tiene todo: una carrera exitosa y una hermosa novia. Tiene también a un hermano, Victor, del que sigue cuidando. Emma elabora por las noches un modelo en miniatura de un jardín místico en la parte trasera de su floristería, donde trabaja Victor. Emma vive en su propio mundo, pero a través de su jardín, Philip se da cuenta de que nunca se había sentido tan real antes de conocer a esta chica de la que empieza a enamorarse. Su vida se está transformando, hasta que Víctor le confiesa que él también está enamorado de Emma. Dividido entre el amor por su hermano y por Emma, Philip siente el dolor de la pérdida por primera vez.